Global | Tipos de interés, más que política monetaria

En 2023, los tipos de interés de la deuda han alcanzado niveles no vistos desde la crisis financiera en EE. UU. y la crisis de deuda de 2011 en la eurozona. De manera similar a lo ocurrido en 2022, durante la primera parte de este año los incrementos estuvieron liderados por los tipos de interés a corto plazo.

Puntos clave

• Puntos clave:
• Esta situación se dio después de que la persistencia de la inflación impulsara a los bancos centrales a continuar con las subidas de tipos más agresivas de las últimas décadas. Sin embargo, desde el verano, la dinámica ha cambiado; son los tipos de interés a largo plazo los que encabezan las subidas.
• Para entender esta última escalada de tipos, es clave la descomposición de estos en dos componentes no directamente observables: las expectativas de los tipos a corto plazo y la prima a plazo. Si bien ambos factores influyen en la evolución de los tipos, ha sido esta última la que más ha afectado a la reciente subida de los tipos.
• La prima a plazo es una variable dinámica que fluctúa en respuesta a diversos factores, como la incertidumbre sobre la inflación esperada, la actividad económica y las decisiones de política monetaria, además de algunos otros que han impactado en las últimas semanas, como los factores fiscales, que están desempeñando un papel crítico.
• Adicionalmente, la tendencia actual de diversificación de reservas, y la desaceleración económica, está provocando que algunos Gobiernos reduzcan la parte de sus ahorros que tienen invertidos en bonos del Tesoro de EE. UU. o de la eurozona.
• En ciclos pasados, las rentabilidades de la deuda han alcanzado sus niveles máximos cuando la política monetaria está en su punto álgido. Por ello, estas podrían estar próximas a tocar sus niveles máximos, dado que tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra probablemente han concluido sus ciclos de subida de tipos.

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