Europa | Inflación: buscando un respiro

El seguimiento y la previsión de la inflación en Europa en los últimos trimestres ha sido para los analistas un auténtico dolor de cabeza, con continuas revisiones al alza debidas a una sucesión de shocks imprevistos y de naturaleza muy distinta a los clásicos de presiones de demanda o de precios del petróleo.

Puntos clave

• Puntos clave:
• Primero afectó a la inflación la fuerte recuperación del gasto en la salida de la COVID, pero después siguieron los cuellos de botella en las cadenas de valor globales, y finalmente los efectos de la guerra en Ucrania, con impacto en precios de alimentos y, sobre todo, de gas natural.
• Desde que subió tímidamente por encima del 2% a principios de 2021 hasta el último dato de 10,7% en octubre de este año, las previsiones de que se estaba alcanzado el “pico” de inflación se han ido posponiendo y la incertidumbre ha sido muy elevada. No obstante, las expectativas de largo plazo no se han desanclado, y tampoco no se han observado aumentos salariales y de márgenes elevados.
• La reciente sorpresa de octubre, alcanzando en la eurozona cifras récord de 10,7%, refleja el hecho de que los precios de la energía se han extendido desde los combustibles y la factura de la electricidad a muchos otros productos.
• Hacia adelante, las medidas que los Gobiernos introduzcan para reducir los precios energéticos pueden dar mucha volatilidad a las cifras de inflación general. En ausencia de ellas, es muy posible que lleguemos a diciembre en cifras superiores al 10,5%.
• Desde el BCE, Lagarde dio más importancia en la última reunión a una probable recesión en los siguientes meses que al alza en la inflación, pero habrá que ver si mantienen ese discurso tras la fuerte sorpresa de octubre.

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