España | Una recuperación económica heterogénea

Más allá de las posibles divergencias en el corto plazo, una aproximación integral y equilibrada debe prestar atención a toda la información subyacente que indicadores como el PIB o el empleo nos ofrecen sobre la recuperación en marcha de la economía española.

Puntos clave

• Puntos clave:
• Mientras algunas estadísticas se encuentran por encima de sus niveles prepandemia, como la afiliación a la Seguridad Social, las compras con tarjetas de crédito o las ventas diarias de las empresas incluidas en el sistema de Suministro Inmediato de Información de la Agencia Tributaria, otras como el PIB y algunos de sus principales componentes, como el consumo privado y la inversión, están todavía por debajo.
• Tal y como analiza un reciente estudio de BBVA Research, la crisis ha afectado de una manera muy diferente al empleo y actividad de los sectores económicos y de las regiones, de los componentes de la demanda agregada y de las rentas.
• El propio INE lleva insistiendo desde el inicio de la pandemia en que las horas efectivamente trabajadas reflejan de manera más clara los efectos inducidos en el empleo por la pandemia de la COVID-19 y las sucesivas medidas adoptadas, y guardan una mayor correlación con la evolución del PIB.
• Es cierto que esta brecha entre PIB y horas trabajadas (es decir, en productividad) era la mayor entre los países europeos, pero no es estadísticamente significativa dada la heterogeneidad existente entre estos países. Las diferencias son incluso mayores entre los distintos sectores productivos de la economía española.
• Como muchas otras estadísticas, el PIB tiene margen de mejora gracias a la disponibilidad de más y mejor información y con tiempos de publicación mucho más rápidos. Las nuevas tecnologías y las bases de datos masivas en tiempo real han permitido disponer de mejores estimaciones de los efectos económicos de la COVID que las que hubiéramos tenido hace una o dos décadas.

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