España | Reducción de la jornada laboral y productividad

La evidencia muestra que las mejoras permanentes de la productividad dan lugar a una reducción gradual de las horas trabajadas por ocupado. Por el contrario, invertir el orden de causalidad lastra el crecimiento de la actividad y del empleo.

Puntos clave

• Puntos clave:
• En la Mesa de Diálogo Social, sindicatos y organizaciones empresariales discuten actualmente la propuesta del Gobierno para reducir la jornada laboral de 40 horas semanales hasta las 37,5 en un plazo de dos años, con su intención de que esta reducción no conlleve una disminución del salario y que sea absorbida por las empresas, bajo el supuesto de que tienen poder de mercado.
• En los últimos 60 años España ha seguido el patrón del conjunto de la OCDE: conforme ha avanzado el PIB por ocupado, han caído las horas trabajadas anualmente por empleado. Teniendo en cuenta el crecimiento experimentado por estas economías, cada 10% de aumento de la productividad a lo largo de las seis últimas décadas ha estado asociado a una reducción de un 3% de las horas trabajadas.
• El número de horas trabajadas por ocupado retrocede gradualmente cuando se producen ganancias permanentes de productividad y de los salarios. El progreso técnico permite producir más y mejores bienes y servicios, dedicando menos horas a trabajar. Al aumentar los salarios y la renta permanente, también lo hace la demanda de bienes, de servicios y de ocio.
• Por el contrario, la reducción del 5,5% de exceso de horas totales trabajadas en 2023 en España respecto a límite legal propuesto implicaría un aumento de los costes laborales equivalente al 1,5% del PIB, que restaría en torno a 7 décimas al crecimiento medio anual del PIB durante el próximo bienio y 8 al del empleo. El efecto sobre la tasa de paro sería de unas 8 décimas más cada año respecto al escenario sin este cambio en la regulación laboral.

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