España | Pacto por la productividad

La competitividad mejoró en pandemia por la disminución de los márgenes y en recuperación por menor crecimiento relativo de los salarios. En la práctica, esto ha supuesto un pacto implícito de rentas. Además de llegar a un acuerdo de cómo continuará este reparto, sería útil pensar en un pacto por la productividad.

Puntos clave

• Puntos clave:
• Entre 2020 y 2022, la economía española ha continuado con la reducción de su endeudamiento frente al resto del mundo, generando excedentes en la cuenta corriente, sin disminuir la inversión o el empleo. Parte del éxito se debe a la ganancia de competitividad generada.
• Con el confinamiento y la suspensión de actividad en muchos servicios, los precios de sectores como la restauración o el alojamiento cayeron de manera significativa, mientras el empleo se mantuvo relativamente. Por lo tanto, la mejora de la competitividad se logró a través de menores márgenes empresariales.
• Después, en recuperación, la ventaja frente a otros países se ha mantenido, en parte, gracias a la contención que se ha observado en los costes domésticos respecto a lo que ha sucedido en el resto de la UEM.
• Las empresas españolas han encontrado fuentes alternativas para compensar el incremento en costes que supuso el aumento en el precio de la energía. Los salarios, por ejemplo, han crecido menos que en economías competidoras.
• Más allá de poder lograr un acuerdo explícito de cómo continuará el reparto de los costes de la crisis, sería más útil pensar en cómo se pueden generar ganancias de productividad constantes, que garanticen así empresas más competitivas con mejores condiciones laborales.

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