España | Observatorio Inmobiliario. Primer semestre 2022

En los próximos meses, el sector inmobiliario se verá condicionado por la revisión a la baja del crecimiento económico, la guerra en Ucrania, la escasez y la elevada inflación de los materiales de construcción, la previsible subida de los tipos de interés y la persistencia de la incertidumbre regulatoria.

Puntos clave

• Puntos clave:
• El mayor impacto de la guerra provendrá del aumento en el precio de materias primas y sus efectos en los costes de producción. El encarecimiento de los materiales de construcción está reduciendo los márgenes de las empresas y está comenzando a trasladarse al precio final. Esto puede continuar en un entorno de aumento de la demanda, impulsada por el plan NGEU y los cambios de hábitos en la compra de vivienda.
• Los tipos de interés subirán con más rapidez que lo previsto hace unos meses. Se espera que el Euribor 12 meses termine el año en positivo. En todo caso, las condiciones de financiación continuarán siendo favorables, tanto para familias como para empresas.
• La incertidumbre regulatoria continúa aumentando. Algunos aspectos del Proyecto de Ley por el Derecho a la Vivienda o la restricción para subir los alquileres más de un 2% podrían resultar en mayor informalidad, incrementos adicionales en los precios, reducción y deterioro del parque de vivienda disponible para alquilar y exclusión social.
• Distintos factores apuntan a una ralentización del crecimiento de las ventas durante los próximos meses, por lo que se espera una ligera caída de las transacciones en 2022 (-1,3%), hasta las 670.000 unidades. La revisión del escenario macroeconómico a la baja, la incertidumbre derivada del conflicto bélico, el moderado incremento en los tipos de interés, el crecimiento de los precios y la falta de disponibilidad de vivienda nueva sin vender. En 2023 volverá la recuperación.
• La escasez de oferta nueva y la recuperación de la demanda impulsará la iniciación de viviendas en 2023 (21%). Mientras, el elevado nivel de ventas y el encarecimiento de los materiales de construcción favorecerán el crecimiento de los precios de la vivienda en los dos próximos años (5,0% en 2022 y 5,8% en 2023).

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